Por Daniel Rodríguez
Sábado 16 de mayo de 2015. Esa fecha quedará
marcada en la mente del que escribe como la última vez que vio a Los Suaves
sobre un escenario. La mítica banda continuará su gira de despedida por distintos
puntos de la geografía española hasta finales de año, pero por motivos
logísticos para un servidor su actuación en el Rivas Rock de esta misma tarde
será su última oportunidad para disfrutarles en directo.
No puedo evitar acordarme mientras redacto estas
líneas -con una sonrisa en la cara- de aquellos momentos en las fiestas de mi
pueblo en los que bailaba el legendario “Dolores se llamaba Lola” sin
importarme nada más en el mundo. O cuando me ponía en soledad en los malos
momentos “Cuando los sueños se van” para darme cuenta de que en realidad llevo
un montón de años muerto sin darme cuenta.
Resulta curioso cómo en ocasiones, ciertos grupos
(especialmente vinculados al rock) se forjan una percepción de inmortalidad, de
siempre haber estado ahí y de seguir en plena forma a pesar de llevar, en
muchos casos, una vida poco saludable, por definirlo de algún modo. Pero aunque
parezca que no, ellos también son humanos y los años les acaban pasando
factura.
Finalmente la mala salud de Yosi ha propiciado el
adiós definitivo de los Suaves, como ya vaticinaba su último álbum de estudio (Adiós, Adiós, 2010). Aunque los miembros
de la banda han negado una y otra vez que el título de a la postre su último LP
significara una retirada inminente, lo cierto es que había varios hechos que
hacían suponer lo contrario.
Lo primero, el tiempo que el grupo lleva dando
guerra (con el añadido además de nunca haberse separado ni disfrutado de un año
de descanso). Para hablar de los orígenes de Los Suaves hay que remontarse a 1979,
cuando tres hermanos gallegos (José Manuel, Carlos y Javier) decidieron unir
sus fuerzas para entrar en la historia del rock español. No obstante, no sería
hasta 1981 cuando iniciarían su leyenda, tras hacer de teloneros en un
concierto de Los Ramones en La Coruña. A partir de ese momento daba comienzo
una bonita historia que duraría nada más y nada menos que 35 años. Por el
camino, 11 LPs de estudio, 4 álbumes grabados en directo, 5 recopilatorios y
hasta un EP especial acústico grabado en Barcelona para la Cadena 100; más de
1.000 conciertos con giras por toda España; numerosos premios y
reconocimientos; y anécdotas de todo tipo.
Fuente:
Facebook Los Suaves
En segundo lugar, en la retirada de Los Suaves ha
influido decisivamente, como ya apuntaba anteriormente, la delicada salud de
Yosi, santo y seña de la banda (sin ánimo de quitar un ápice de valor a Charly,
Alberto Cereijo, Fernando Calvo, Tino Mojón y los antigüos miembros, todos
ellos indispensables en su papel). Según ha reconocido Charly en alguna que
otra entrevista, a su hermano “le han pasado factura aquellos años en los que
no se quiso demasiado”. De hecho, en la canción “Corre conejo corre” ya dejaba
alguna pista de por dónde iban los tiros…
Conejo algo va mal
no quieres morir pero te estás matando
arrastrando hepatitis C
los años cortos
los meses largos
Así pues, solo me queda disfrutar al máximo de los
100 minutos que se prevé que dure su actuación de esta noche. Cantar con todas
mis fuerzas auténticos himnos como “No puedo dejar el rock”, “Pardao”, “La
noche se muere”, “El afilador”, “¡Pobre jugador!”, “Si pudiera”, “Maldita sea
mi suerte” o los ya mencionados “Cuando los sueños se van” y “Dolores se
llamaba Lola”.
Escribía antes que, aunque pudiera parecer lo
contrario, nadie es inmortal. Pero mentía. Para mí, en lo más profundo del
corazón, Los Suaves seguirán viviendo siempre.
Gracias por tanto amigos.
Dios es suave.
Fuente: Facebook Los Suaves
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